Conjunto conventual ubicado en el jirón Ancash del centro histórico de Lima, fundado a principios del siglo XVIII. En 1710 un eclesiástico llamado Antonio Velarde y Bustamante, formó una capilla con el nombre de Nuestra Señora de la Buena Muerte.
El elemento más importante del convento es la hermosa sala capitular de delicado diseño rococó. El templo presenta la particularidad de tener el acceso por el crucero, al cual se accede desde la plazuela por medio de una escalinata, lo que significa una solución poco común de nuestra arquitectura religiosa. Es de original composición volumétrica ya que su cúpula se ve simultaneamente con su torre.
La posición predominante de la iglesia es la plazuela de 18 x22 metros y su función como elemento formativo del espacio de la misma determina que posee un valor urbanístico.
Es declarado como monumento según R.S. 2900-72-ED del 28 de diciembre de 1972.
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