Los 110 kilómetros de la vía férrea que une Cusco con Machu Picchu quedaron íntegramente habilitados desde ayer, por lo que desde este 1 de julio, justamente cuando se inicia la temporada alta de turistas en esa región, los operadores de tren podrán volver a hacer los recorridos habituales, con partidas desde las estaciones de Cusco, Poroy y Ollantaytambo. También podrán ofrecer el servicio a 2.500 pasajeros todos los días, como solían hacerlo hasta hace unos cinco meses.
Como se recordará, tras las intensas lluvias de enero, que causaron la ruptura de la vía en 100 puntos, se logró habilitar parcialmente el circuito el 29 de marzo. Debido a ello, la capacidad de transporte se limitaba hasta ayer a la mitad de pasajeros, quienes además debían hacer transbordo por trocha afirmada y en horarios restringidos entre las localidades de Piri y Piscacucho.
Además de las millonarias pérdidas que causó al turismo el cierre de la ciudadela inca —Perú Rail, por ejemplo, dejó de facturar US$100 mil diarios y tuvo que mandar de vacaciones a decenas de empleados—, la recuperación de la vía que conduce al principal destino turístico del país demandó un gasto de US$10 millones, que fue cubierto casi íntegramente por el seguro que contrató el concesionario de la vía, Ferrocarril Transandino S.A. (FTSA).
“Sin embargo, ante las nuevas condiciones del clima, es necesario realizar estudios para el encauzamiento del río Vilcanota a lo largo de 45 kilómetros, pues de nada serviría todo este trabajo si en los próximos períodos lluviosos, la naturaleza vuelve a golpearnos”, dijo el presidente de directorio de FTSA, Rómulo Guidino. El ejecutivo indicó que ha solicitado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones realizar en conjunto esos costosos estudios. “A nosotros solo nos corresponde administrar, mantener y reparar esta vía férrea de casi 90 años de antigüedad. Por eso, ante un cambio, sería justo planear una inversión conjunta entre concedente y concesionario”, agregó.
Al respecto, el viceministro de Transportes, Hjalmar Marangunich, indicó que esos estudios costarían como mínimo medio millón de dólares y que correspondía realizarlos y luego ejecutarlos a FTSA.
Con la apertura de la vía férrea, por fin podrán operar a cabalidad, las nuevas empresas de auto vagones: Inca Rail, que tiene permiso desde octubre del año pasado, y Andean Railways, a la cual solo le faltaba hacer pruebas del recorrido completo para obtener la autorización.
“Estos nuevos operadores abren la saludable competencia en el mercado inicialmente, ya que pueden competir hasta por un 30% de la demanda”, comentó el titular de FTSA, Rómulo Guidino.
Velocidad restringida
El presidente del Organismo Supervisor de Transportes (Ositran), Juan Zevallos, aclaró que los trabajos en la vía férrea deben continuar en los siguientes tres meses, pues falta alinear los rieles y mejorar algunas curvas. Mientras tanto, se trabajará con velocidades restringidas en algunos sectores.
Publicado por el diario El Comercio- Perú.
Martes, 29 de junio de 2010.
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