Patrimonio documental del norte chico

La llegada de extranjeros, al territorio del Tahuantinsuyo, trajo elementos que hasta la actualidad nos es útil. Me refiero al papel y la tinta, y con ello la escritura, que fue plasmada en documentos; en primer lugar por los cronistas como Estete, Mena y Jerez, y en segundo, toda la documentación eclesiástica, civil y militar, que guarda en sí la historia del virreinato y república del Perú.

Todo este cúmulo de papeles, que es almacenado en archivos, notarías, municipalidades, hospitales, conventos, bibliotecas, etc, en su gran mayoría no es considerado de importancia, dado a que en muchos casos, la escritura no es legible, o los documentos se encuentran apolillados, quemados, manchados o corroídos por algún roedor. Por tal motivo se guardan en áreas o espacios en los cuales no existe una adecuada limpieza, orden y luz, causas que deterioran aún más dichos documentos.



Entonces nos preguntamos: ¿Qué hacer, ante este problema?, a esta interrogante, se pueden plantear algunas alternativas:

1.- Concientizar a las autoridades, docentes, estudiantes y público en general, de que dicha documentación es un   recurso histórico, plasmado en el papel, y que es única e irremplazable.

2.-Promover la creación, implementación y clasificación de archivos en entidades estatales y privadas, con el fin de conservar la historia de las mismas.

3.-Motivar a que dicha documentación sea motivo de estudio e investigación, por el público nacional y extranjero.

4.-Inculcar que los documentos no deben ser deteriorados ni comercializados, solo conservados.

                Una vez formado un archivo, nos preguntamos: ¿Qué información podemos obtener de los documentos conservados?, a esto existen muchas respuestas, de los cuales podemos mencionar:

1.-Conocer las actas de fundación de ciudades, cofradías, hermandades, de entidades públicas y privadas, etc.

2.-El número de personas que han recibido los sacramentos del bautizo, confirmación y matrimonio, así  como el registro de las personas fallecidas, en un determinado pueblo o ciudad.

3.-Tener en forma cronológica los procesos judiciales, los  actos de compra, venta o donación, así como testamentos dejados por las personas.

4.-La correspondencia (cartas, invitaciones, tarjetas, etc.) según sea el motivo personal, institucional, nacional o internacional.

5.-La contabilidad a través de sus diversos libros de registro.

6.- Las fotografías de diversos motivos, así como los planos y mapas.

7.-Las publicaciones: diarios, periódicos, revistas, boletines, trípticos, afiches, libros, etc. impresos en una entidad, pueblo o ciudad.

                Toda esta información, nos permite realizar diversos trabajos de investigación, para docentes, estudiantes y público en general.

                Existen en la ciudad de Huacho, dos instituciones que custodian dichos documentos:

 El primero, es el Archivo Provincial Huaura-Huacho, creado el 30 de diciembre de 1,992 según R.J. Nº 232-AGN/J del Archivo General de la Nación, que desde el año 2,000 viene funcionando en el ala derecho de la antigua estación del ferrocarril de Huacho.

Aquí se encuentran almacenados documentos desde la colonia hasta la actualidad, así como fotografías en blanco/ negro y color de diversos temas, diarios, periódicos y revistas de Huacho desde 1,866, variedad de libros de ciencias sociales y literatura regional, los archivos privados de Isaías Nicho Rodríguez y Fernando Valle Buendía, documentación de la Municipalidad Provincial de Chancay (1,873- 1,964), de la Sociedad de Beneficencia Pública de Huacho (1,890-1,964), duplicados de registro civil de las municipalidades distritales de Végueta (1,920-1,995) Hualmay (1,919-1,996) y Santa María (1,919-1,985) , los archivos notariales de Federico Ballesteros (1,876-1,898) Enrique Adolfo Arnáez (1,898) Marcelino Valladares (1,884-1,905) Mariano F. Alva (1,895-1,905) Manuel C. Gamarra (1,903-1,906) Ernesto E. Barboza (1,903-1,940) y Bernardo E. Barboza (1,919-1,967).

  El segundo, es el Archivo del Obispado de Huacho, creado el 5 de marzo del 2,005 según decreto Nº 002-2005, aquí encontramos libros de bautizos, matrimonios y defunciones desde 1,569, de las doctrinas de las antiguas provincias de Chancay y Cajatambo (actuales provincias de Barranca, Cajatambo, Canto, Huaral, Huaura y Oyón), así como legajos de visitas pastorales, estadísticas parroquiales, curatos, cofradías, así como algunas fotografías, con motivos religiosos.

Con el transcurrir del tiempo, esta documentación irá en aumento, ya que existen personas o instituciones que poseen documentación de importancia, que puede ser donada a estos archivos, donde se le brindará un adecuado almacenamiento e incluso posible restauración, si es que se encontrara dañado.Asimismo, nosotros mismos, estamos dejando documentos, que formarán parte de un archivo, en fin, cada uno de nosotros somos parte de la historia.

                Para concluir, llegamos a unas conclusiones:

1.-Que un archivo, es nuestra memoria plasmada en papel, que debemos conservarla.

2.-Que existen en Huacho, dos instituciones dedicadas a la conservación y custodia de documentos muy importantes, que comprenden documentos del la llamada zona del norte chico.Y que pueden crearse otros archivos en ciudades o instituciones con el debido asesoramiento técnico.

3.-El patrimonio documental es fuente de información para investigadores, los cuales una vez publicados nos dan a conocer nuestra historia y que debe ser de enseñanza en los centros educativos.

4.-Tener presente la siguiente frase: No hay país sin memoria, no hay memoria sin archivo.

Publicado en la Revista más allá- Huacho, setiembre 2007.

Autor: Miguel Ángel Silva Esquén.