El escritor Mario Vargas Llosa, ganador del premio Nobel de Literatura 2010, evitó hoy mencionar si habrá una reconciliación con el literato colombiano Gabriel García Márquez, tras haber recibido la felicitación de “sus adversarios personales” por haber obtenido el galardón.“Hay muchas felicitaciones. Estoy muy agradecido de que incluso adversarios políticos y hasta algunos adversarios personales han tenido la generosidad de felicitarme públicamente.”
En declaraciones telefónicas a Frecuencia Latina, reconoció que el hecho de recibir esos saludos siempre es emocionante, grato y estimulante, por lo que agradeció a todos, sin excepción, por la manera generosa como se han pronunciado sobre este premio.
Sin embargo, el literato no quiso mencionar a “nadie en especial”, pero dijo que ya todos conocen a qué personas en particular se refiere.
Sobre la posibilidad de lograr una reconciliación con el premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, Vargas Llosa prefirió no abordar, una vez más, dicho tema.
“No hablemos de ese asunto. He dicho siempre que esa historia, si es que pasamos nosotros al futuro, pues, ya la despejarán y la revelarán los historiadores que se ocupen de nosotros.”
Según versiones de personas allegadas a ambos escritores, García Márquez y Vargas Llosa tuvieron una discusión por un asunto personal y desde entonces suspendieron todo tipo de contacto y ninguno de ellos aclaró el incidente.
Por otro lado, el laureado escritor peruano confesó que no se esperaba el Nobel en este año, incluso refirió que ni siquiera recordaba que el premio se entrega anualmente en estos meses.
Actualmente en Nueva York, Vargas Llosa detalló que dicta clases en esa ciudad estadounidense en este semestre, y usualmente no llegan hasta el lugar los diarios en español que le permitieran informarse que en este mes se entregaba el Nobel.
“Creo que es la primera vez que me pasa y curiosamente es el año en que me dan a mí el premio. Fue sorpresa total.”
También señaló que vienen días de “mucho trajín”, pero al mismo tiempo tiene obligaciones de trabajo y buscará “refugios” para cumplir con ellas.
“Voy a Lima a mediados de diciembre. En estos días no puedo porque estoy dictando clases en la universidad, y eso me tendrá ocupado hasta la segunda semana de diciembre”, puntualizó.
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