Para asegurar la conservación del patrimonio cultural se ha dividido para facilitar su estudio y conservación se ha dividido en:
Patrimonio material inmueble: Se refiere a los bienes culturales que no pueden trasladarse y abarca tanto los sitios arqueológicos como las edificaciones coloniales y republicanas.
Patrimonio material mueble: Incluye todos los bienes culturales que se pueden trasladar de un lugar a otro, es decir objetos, como pinturas, cerámica, orfebrería, mobiliario, esculturas, monedas, libros, documentos, textiles, entre otros.
Patrimonio inmaterial: Se refiere a lo que llamamos cultura viva, como lo es la medicina tradicional, el arte popular, las leyendas, las danzas, el arte culinario, las ceremonias y costumbres, etc. Se trata de los usos, representaciones, expresiones, conocimiento y técnicas, asociadas a los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son propios, que son transmitidos de generación en generación.
Patrimonio cultural sub acuático: Son todos los vestigios de la existencia humana con carácter cultural, histórico y arqueológico, que han estado total o parcialmente sumergidos en el agua, en forma periódica o continua, por lo menos durante cien años.
Patrimonio industrial: Son aquellos bienes inmuebles y muebles adquiridos o producidos por una sociedad en relación a sus actividades industriales de asociación, producción o transformación, a todos los productos generados a partir de estas actividades, y al material documental relacionado.
Patrimonio documental: Se refiere a la documentación que se encuentra en los archivos e instituciones similares. El patrimonio bibliográfico a su vez se refiere a los libros, periódicos, revistas y otro material impreso, guardado principalmente en bibliotecas. También son considerados como documentos las grabaciones, medios digitales, audio visual y otros.
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