Según este especialista, en las culturas chinas arcaicas existió una relación estrecha entre la adoración de los órganos genitales y la veneración de la naturaleza.
Para explicar todos estos conceptos, el libro está ilustrado con imágenes de numerosos objetos que representan ese culto diverso e imaginativo en sus expresiones, desarrollado a lo largo de casi dos milenios, antes de los siglos de dominio manchú que acabaron con la desprejuiciada representación del acto sexual en las artes.
En las imágenes se aprecian fotos de porcelanas, esculturas, pinturas y objetos decorados, todos comentados por el propio autor. Sus explicaciones de las costumbres y prácticas habituales, sobre todo la nomenclatura con que se identifican, tienen un tono aparentemente frío, aunque ocultan un fino humor, a fin de evitar la censura de su país (con información de EP).
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