La investigación para la postulación de esta interpretación de origen preincaico empezó en 2005 y estuvo a cargo de etnomusicólogos cusqueños y extranjeros como Holly Wisler y John Cohen.
En las grabaciones colaboraron los más de 2,500 habitantes de la nación Q'ero que viven entre las comunidades de Hapu, Quiqo, Marcachea, Quero Totorani y Hatun Quero, en la provincia de Paucartambo.
El documento fue formulado en quechua, español e inglés, y será entregado el 28 de este mes en el Museo de la Nación en Lima.
Según el coordinador del área de Etnodesarrollo de la Dirección Regional de Cultura de Cusco, Regis Andrade Oblitas, el canto de los q'eros sirvió como comunicación con los apus y la pachamama con fines recíprocos de protección, alimentación y producción.
“La música Q'ero, que denominamos Inka Taki, es un elemento de gran valor histórico con un significado de la cosmovisión andina. Son cantos que se ofrendan a los apus, y estas deidades son recíprocas en la agricultura, ganadería y protección.”
“Los q'eros aportan a la humanidad el respeto por el medio ambiente”, agregó el funcionario.
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