Hallazgo en el complejo arqueológico de Jotoro- Lambayeque

El hallazgo de siete entierros de la cultura Chimú y Chimú-Inca, dos de ellos de características funerarias nunca antes registradas científicamente en Lambayeque, ha devuelto la vida al complejo arqueológico de Jotoro, ubicado en el distrito de Jayanca.

 

Hace ocho meses, cuando comenzó el proyecto de excavaciones en la zona, su director, Juan Martínez Fiestas, pensó no encontrar evidencias porque los alrededores y el centro de la plataforma principal parecían haber sido bombardeados. En el lugar no se podía dar un paso sin el riesgo de caer en los huecos dejados por los huaqueros. Pese a ello, Martínez y su equipo continuaron su labor en las más de 270 hectáreas del complejo. Su meta era hallar un sector intacto donde se pudiera realizar investigación arqueológica.

 

El esfuerzo tuvo su premio. En febrero último, los arqueólogos, con el apoyo de 45 obreros, tomaron posesión de un montículo ubicado al sur del complejo, donde luego de tres meses de trabajo empezaron a aparecer varias fosas con rellenos y dos tumbas con recámaras en las que encontraron valiosos objetos y ofrendas pertenecientes a dos personajes que habrían gobernado a los chimúes en esa parte de Lambayeque.

 

El arqueólogo Mario Ramírez Flores detalló que se han detectado unos 17 contextos funerarios, de los cuales 7 han sido desenterrados. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención a los investigadores son dos tumbas en forma de bota. Estas contienen recámaras donde hay personajes que fueron enterrados en ataúdes de caña y con ofrendas, entre las que destacan piezas de cerámica muy fina, además de bastones de mando, mantos de algodón nativo y adornos en conchas de spondylus.

 

Otro entierro que ha concitado interés es el de un niño, cuya tumba fue descubierta en la parte central del montículo. Junto a sus restos se ha hallado cerámica negra muy fina, vasijas ceremoniales, collares y brazaletes de cuentas de chaquira, y ofrendas en miniatura como diminutos silbadores.

 

Según Ramírez Flores, la forma de construcción de las tumbas en forma de ele tiene un significado especial porque les da a los personajes un rango de jerarquía que solo tuvieron los personajes importantes de esa época.

 

El director del proyecto Jotoro, Juan Martínez Fiestas, dijo que el lugar aún guarda muchas sorpresas y aclaró que es la primera vez que se encuentra este tipo de tumbas (en forma de ele) en la zona baja del valle La Leche y en todo Lambayeque.

 

"Se trata de una tradición que se remonta a épocas más tempranas. En Lambayeque no se habían registrado científicamente, a diferencia de Sechura y Vicús (Piura), donde sí hay un antecedente de este tipo de evidencias funerarias", declaró.

 

La importancia de los hallazgos en Jotoro radica en que, por primera vez en esa zona, se realiza una investigación arqueológica en un sitio cuyo carácter fue administrativo, pero que tam-bién se utilizó como centro funerario donde fueron enterrados los habitantes más destacados de los períodos Chimú y Chimú Inca. El investigador Ramírez explicó que se han descubierto entierros de diversa jerarquía, algunos de ellos con valiosos objetos y ofrendas que indican el rango o el estatus que tuvo cada uno de los personajes, cuya antigüedad se remonta a los 1.400 después de Cristo. "La ubicación de los dos personajes, asociados a cerámica fina, nos da un indicio de que fue un ciudadano de cierto rango social", reveló Martínez.

 

El complejo arqueológico Jotoro es un sitio monumental muy interesante que, por sus características arquitectónicas, debió haber sido un lugar administrativo de la época Chimú y Chimú Inca. Eso se refleja en la arquitectura del cerro principal.

 

EN PUNTOS
El complejo arqueológico de Jotoro se levanta en un cerro de cien metros de altura que tiene el mismo nombre.

 

En toda su superficie se encuentran grandes estructuras, patios, cuartos y plataformas de piedra, lo que da cuenta del carácter monumental del complejo.

 

Las excavaciones continuarán hasta diciembre, ya que se cuenta con el apoyo del Estado, a través de la Unidad Ejecutora Naylamp Lambayeque 111.

 

La idea es recuperar esta zona arqueológica a fin de abrir un nuevo circuito turístico que permita potenciar esa actividad económica.

Por: Wilfredo Sandoval.

Publicado por el diario El Comercio- Perú.

Sábado, 22 de mayo de 2010.