El diablo, que Arequipa quiere conservar

El púlpito de la catedral de la ciudad de Arequipa, necesita ser restaurado, por eso el arzobispo de esta ciudad Javier del Río Alba, ha solicitado la ayuda de la Embajada del Francia en el Perú, con el fin de que traigan restauradores de ese país.

El púlpito que tiene como base la figura de un diablo vino de Francia para quedarse en la Catedral de Arequipa. La magnífica talla fue trabajada en los talleres de Buisini-Rigot, en Lille, en el año de 1879, por encargo testamentario de la dama arequipeña doña Javiera Lizarraga de Álvarez Comparet, tal como reza en el testimonio tallado al pie del púlpito y que a la letra dice:"A. M. D. C." ("Púlpito construído para la Catedral de Arequipa, a expensas y por mandato testamentario de la señora Doña Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet. Año de 1879."). Perpetuando así el nombre y la devoción de la dama que donó el púlpito de tan singular factura.



Por encima del satánico conjunto se levanta el antepecho donde en la parte central se halla una hermosa talla de Jesucristo, sentado con la Ley en una mano. Lo flanquean las imágenes de los cuatro Evangelistas. Por debajo de estas figuras asoman regordetes ángeles y las flores de Liz , en buen número y distribuidas de forma armoniosa.
La escalera que conduce a la plataforma presenta primorosos calados en las barandas. Unos pasos arriba se bifurca en dos escalas. Al frente y en el medio destaca la imagen de San Pedro, de cuerpo entero y en proporción al conjunto.

El tornavoz, en la parte del palio, presenta al Paráclito, en la clásica forma de paloma. Una Cruz corona el monumento, alzándose a varios metros del suelo, y quien quiera verla, tiene que alzar la cabeza hacia lo alto.